
A pesar de que pueda sonar a obviedad, la relación entre los cuidadores y sus pacientes es un aspecto fundamental para poder hablar del bienestar de la persona dependiente.
Y es que, aunque en todas las relaciones que se establecen entre personas la comunicación es clave, cuando hablamos de dependencia muchas veces se nos olvida que el componente psicológico del paciente juega un papel determinante para poder hablar de dignidad e integración.
Por si fuera poco, dentro de la relación cuidador/paciente (entendida en términos de dependencia) se suelen generar unas expectativas y unas dificultades de comunicación que suponen importantes obstáculos para hablar de una convivencia sana y óptima.
Por ello, centrarse en aspectos como la comunicación afectiva, la delimitación clara y precisa de las tareas a realizar y, en definitiva, el respeto mutuo, son solo algunos de los aspectos donde se tendrá que hacer especial hincapié para construir esta convivencia sana y armoniosa.
Las relaciones de cuidadores y pacientes en pleno año 2025
Dedicar un texto completo a como establecer una relación entre pacientes y cuidadores tiene su razón de ser en que, efectivamente, este tipo de conexión entre dos personas que comienzan siendo extrañas cada vez es más común en más y más familias.
En pleno año 2025, con una población que paulatinamente va envejeciendo sin una perspectiva de rejuvenecimiento clara y con una mujer que, desde hace muchos años, está más que instaurada en el mercado laboral, la alternativa al cuidado queda relegada a profesionales que se dediquen a tratar con estas personas dependientes.
El rol histórico de los cuidados
Sin duda alguna, la sociedad en este sentido ha cambiado radicalmente y muchos ancianos que necesitan algún tipo de atención, ven cómo estos “extraños” se convierten en las personas más imprescindibles en sus vidas para acompañarles en actividades básicas.
Estos mismos ancianos, en su día, también pasaron por la tesitura de tener que cuidar a los mayores de su época. No obstante, la diferencia es que, durante esos años, salvo algunas excepciones, las propias mujeres de la familia eran las encargadas de cargar con este trabajo en la sombra.
Aunque la transición hacia el modelo de cuidado que tenemos hoy en día ha tardado en completarse y ya no se ve con recelo el hecho de delegar en profesionales esta tarea, lo cierto es que todavía hay casos en los que cuesta asimilar esta decisión.
Ya sea por el propio paciente o por el propio familiar del paciente, este recelo del que hablamos ya es de por si un obstáculo y hace que, en última instancia, la relación que se establezca entre los profesionales y las personas dependientes pueda empezar siendo más tensa de lo que debería.
Estrategias para construir una relación sana
Para establecer una relación sana, desde el principio, entre los cuidadores y los familiares es recomendable pautar una serie de estrategias y caminos que, por lo menos, hagan que nuestro papel como familiares este bien hecho y que de nuestra parte haya una predisposición clara a que la convivencia sea óptima.
Aunque por supuesto cada familia y cada paciente es un mundo totalmente diferente a otro y a veces adaptar estas estrategias puede ser complicado (o imposible), estas pueden ser útiles para muchos casos de personas dependientes.
Ante todo, lo primero que se ha de hacer de manera inequívoca, concisa y clara como familiares, es establecer cual va a ser el papel del cuidador dentro de esta nueva relación:
En este sentido, pautar cuales serán las responsabilidades de los cuidadores y cuales serán de los familiares, los horarios de trabajo y algunos aspectos contractuales evita que haya confusiones y malentendidos innecesarios de inicio.
Otros aspectos a tener en cuenta para trabajar en la convivencia entre el cuidador la familia son las siguientes:
- Establecer roles dentro de casa: Aunque en muchas ocasiones se ceda gran parte de las responsabilidades de una casa a la persona que cuida de la persona dependiente, las familias casi nunca se desentienden por completo de ciertas tareas y cometidos.
Poner en común al principio de la relación cuidador/familia cuales serán las tareas que cada una de las partes va a llevar a cabo y describir con detalle cual será el rol en el cuidado de la persona dependiente es muy importante para evitar confusiones y malentendidos que puedan surgir.
Aunque pueda sonar tajante, también es interesante marcar cuales son los límites y hasta donde puede llegar el cuidador. Este punto no es tanto una imposición de prohibiciones sino un marco que ayude al cuidador a entender hasta dónde puede llegar.
Llevar a cabo esta tarea como familiares facilitará en gran medida el trabajo del cuidador o cuidadora y hará que la integración en la casa del paciente (si así fuera) sea mucho más rápida y eficaz. - Normas de convivencia: Al igual que en el caso anterior, una de las primeras cosas que se ha de marcar al principio de la convivencia entre el cuidador y la familia tiene que ver con cuales son las normas dentro de casa.
Las personas dependientes, sean mayores o no han ido construyendo a lo largo de toda su vida ciertas rutinas y ciertas maneras de actuar que pueden diferir por completo de otras familias donde el cuidador haya trabajado previamente.
Para poder adaptarse a todas ellas, que el cuidador reciba una serie de pautas y de normas que le ayuden a construir una relación con el paciente con buen pie ayudara en gran medida a que ambos se lleven bien y se entiendan.
Para ello, también puede ser muy útil llevar a cabo reuniones entre ambas partes de manera periódica para ir analizando sobre la marcha cual es el rumbo que esta tomando la relación. Además, estas reuniones pueden ayudar a que ciertas normas que se hayan establecido en el momento inicial se puedan ir modificando o eliminando. - Respeto y empatía: Por último, para mejorar la relación con el cuidador es importante que se genere dentro de la casa un espacio donde el respeto y la empatía sean constantes.
Asimilar y saber que durante el proceso de cuidados habrá discrepancias, momentos tensos y dificultades que tengan que ver con la propia condición de la persona dependiente, es imprescindible para empezar a construir la relación y evitar conflictos con el cuidador.
Partiendo de esta base, todos estos obstáculos pueden sobrellevarse mucho mejor si existe ese respeto y esa empatía.
El impacto de una relación armoniosa con el paciente

A pesar de que los cuidados y el bienestar de las personas dependientes dependen directamente de una serie de factores que son heterogéneos y varían en función de cada caso, el impacto de una relación sana y armoniosa entre el cuidador y los familiares juegan un papel muy significativo.
No hay que olvidar que de lo que estamos hablando aquí, en esencia, es de proporcionar a los pacientes la máxima calidad de vida a pesar de las circunstancias de dependencia que estén experimentando.
Como es lógico, que exista un ambiente sin tensiones y donde haya un entendimiento y un respeto por parte de los familiares, el paciente y el cuidador hará que la salud emocional y psicológica de la persona dependiente no acabe minada.
Dependiendo del caso de dependencia del que estemos hablado, existe el llamado síndrome del cuidador. Este estado se da en personas cuya carga de responsabilidad hacia el paciente es tan alta que se acaba por experimentar una fuerte frustración, estrés y ansiedad e incluso problemas de salud física.
En casos de cuidadores que llevan durante mucho tiempo trabajando con un mismo paciente, se pueden dar este tipo de situaciones si, efectivamente, no existe una relación armoniosa con los familiares del afectado.
Como parientes de la persona dependiente, debemos facilitar que el cuidador tenga la comodidad de poder expresar estas frustraciones y darle el espacio que necesite para que el impacto en la salud de ambas partes no sufra demasiado.
Estrategias de comunicación efectiva
Además de poder concertar reuniones de manera periódica, existen otras técnicas que pueden ayudar a que la comunicación entre los familiares y los cuidadores sea más fluida y ayude a que todo el mundo reme en la misma dirección.
Sin ir más lejos, crear un grupo de comunicación instantánea, como WhatsApp, puede facilitar la coordinación entre familiares y cuidadores ayudando a que haya una instantaneidad para comentar si ha pasado algo o si todo ha ido bien.
Por otro lado, como familiares se ha de hacer un esfuerzo significativo para escuchar activamente lo que tenga que decir el cuidador y se debería intentar hablar con un lenguaje claro y asertivo.
En definitiva, todo lo que este en nuestra mano para ayudar a entender como debería ser el cuidado de nuestro familiar dependiente es importantísimo para que este reciba el mejor de los tratos y para que haya una armonía dentro de casa.
La comunicación, como no podía ser de otra manera, es imprescindible y, sin ella, no se puede entender que una relación impuesta como esta vaya a ir bien para ninguna de las partes implicadas.
Referencias
- Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. (s.f.). Afiliación de trabajadores del hogar. Seguridad Social. https://www.seg-social.es/wps/portal/wss/internet/Trabajadores/Afiliacion/10547/51635
- Cuideo. (s.f.). La importancia de la relación entre cuidador y persona cuidada. https://cuideo.com/blog/importancia-relacion-personal-cuidador-cuidado/
- Msoluciona. (s.f.). Relación entre el cuidador y la persona dependiente. https://www.msoluciona.com/relacion-cuidador-persona-dependiente
- UNIR Cuidadores. (s.f.). Cómo mejorar la relación entre cuidador y persona en situación de dependencia. https://cuidadores.unir.net/informacion/cuidador/cuentame-como-cuidas/973-como-mejorar-la-relacion-entre-cuidador-y-persona-en-situacion-de-dependencia
- Fundació Pasqual Maragall. (s.f.). Síndrome del cuidador quemado: qué es y cómo prevenirlo. https://blog.fpmaragall.org/sindrome-del-cuidador-quemado-que-es
- Escuela de Pacientes – Rioja Salud. (s.f.). Cuidando al cuidador [PDF]. https://escuelapacientes.riojasalud.es/files/erc/cuidando-cuidador/cuidando-al-cuidador-04.pdf