La tendencia del autoconsumo energético en España

Por sus características geográficas y climáticas, España es uno de los países del mundo que más
posibilidades tiene para explotar el uso de energías renovables. Muchas horas de sol y vientos
intensos en determinadas zonas del territorio nacional, nos sitúan como un claro candidato a,
como mínimo, poder plantear la opción de cambio en el modelo de consumo energético a largo
plazo. En el marco europeo, España se sitúa entre los países que más irradiación solar registró a
lo largo del año con cifras que pueden llegar a oscilar entre los 1.600 kW/m2 y 1.950 kW/m2
según un informe de Atalaya generación. Por otro lado, a nivel de energía eólica, las zonas
costeras llegan a medir velocidades medias de más de 10 metros por segundo a una altura de 80
metros haciendo muy asequible la instalación de molinos de viento en estas áreas.

aerogeneradores para autoconsumo energetico
Aerogeneradores de energía eólica. Fuente: Pixabay

No sorprende entonces que España fuese, en el año 2021, el segundo país de la union europea
por detrás de Alemania que más energía produjo gracias a las placas fotovoltaicas y los molinos
de viento, según los datos de red eléctrica. Todo ello, sumando a las ya constantes subidas del
precio de la luz, hacen que el modelo de autoconsumo sea cada vez más atractivo en España.
Por autoconsumo, entendemos al conjunto de tecnologías que nos permite producir la energía
necesaria en el mismo punto donde la vayamos a utilizar. Esta vía de producción energética tiene
muchos puntos positivos que van desde el ahorro hasta la contribución por la lucha contra el
cambio climático. No obstante, también potencia el empleo local y aumenta la eficiencia
energética de los edificios donde se lleva a cabo su instalación. De entre todos los tipos de
energías aplicables al autoconsumo, la solar es la opción que más adeptos tiene en nuestro país.

El ahorro económico del autoconsumo

Dejando a un lado el factor medioambiental, que aparentemente cada vez está más integrado en
empresas y particulares, el ahorro económico que supone es bastante evidente. Por un lado, hay
que destacar que todo excedente energético que vayamos a generar en nuestra vivienda o en
nuestra comunidad, es devuelto a la red global y por tanto conlleva una compensación
económica. Por otro, los impuestos que se deducen del autoconsumo son mucho menores que
aquellos que están adscritos al mercado energético global. Según el director general de APPA,
Jose Manuel Gonzalez Moya, dependiendo de las características de cada particular, el ahorro
económico derivado del autoconsumo puede suponer hasta un 60%
o más en comparación al consumo de la red global.
Dicho de otra manera, la inversión que supone la instalación de, por ejemplo, placas solares, se
puede amortizar en 4 o 5 años.

paneles para autoconsumo energético
Instalación de paneles solares para autoconsumo energético. Fuente: Pixabay

El momento de apogeo del autoconsumo

A día de hoy se preve que a lo largo del año 2022 la capacidad del autoconsumo superará los 2
Gigavatios. Para que nos hagamos una idea de lo que supone esta cifra, tan solo en 2019 la
potencia de energía fotovoltaica era de unos 459 Megavatios y en 2021 esa cifra superaba
ligeramente 1 GW según un informe de APPA renovables. Este incremento de la potencia para el
auto abastecimiento se encuentra dentro de los objetivos del ministerio de transición ecológica y
reto demográfico. Así, se espera que para el año 2030, nuestro país pueda contar con unos 9
GW; una cifra que puede incluso quedarse corta debido a las subidas exponenciales de los
últimos años y al creciente interés que suscita este modelo energético.

¿Cuánto cuesta una instalación de placas fotovoltaicas?

Los costes de la tecnología que permiten la instalación de paneles solares en los tejados, han
disminuido casi un 100% en los últimos 10 años según apuntan desde APPA. Además, Desde
que en octubre del año 2018 el nuevo gobierno de Pedro Sanchez derogase la famosa ley que
aplicaba un impuesto al sol, se han facilitado mucho los tramites para poder instalar en casa
paneles solares. Por si fuera poco, los fondos europeos del plan “Next Generation” preven
ayudas en financiación de hasta el 60% para la instalación de placas a particulares y de un 30%
o 40% a nivel industrial.

Aproximadamente, una instalación de paneles fotovoltaicos en una casa de unos 100 metros
cuadrados ronda los 4000 euros. A pesar de que todavía existen algunas trabas en lo que se refiere a la petición de ayudas y que el dinero no llega de forma directa a los particulares, en el
último semestre del año pasado, las subvenciones dedicadas a este aspecto ascendieron a 900
millones de euros para instalaciones. El MITECO estima de esta manera que, gracias a estas
ayudas, se podrán crear 25.000 empleos directos e indirectos y por cada millón de euros en
ayudas el crecimiento del PIB será de unos 1,77 millones de euros. Todo ello sumando a la
reducción de las emisiones de C02 en mas de un millón de toneladas al año.

La gran oportunidad para la transición energética

Si bien es cierto que, aunque su uso no sea mayoritario, parece evidente que estamos
atravesando un momento clave en lo que se refiere a mentalidad. Según el estudio realizado por
“Telling Insights” para la multinacional sueca IKEA, en noviembre del 2021, un 80% de los
encuestados se plantearía en un plazo de 2 años instalar placas solares en sus casas. Entre otras
razones, el ahorro económico en la factura de la luz es el principal motivo de esta respuesta por
encima del impacto medioambiental que supone escoger este tipo de energía “limpia”. Un claro
ejemplo de ello podrían ser los proyectos de autoconsumo colectivo. Con ellos, se plantea la
posibilidad de que un bloque de vecinos o una pequeña industria se adhiera al modelo de
autoconsumo. Hay que tener en cuenta que, para su aprobación, basta con que un tercio de los
vecinos este de acuerdo y esta se puede aplicar a gastos comunes como el ascensor.

El hecho de que nuestro país haya sido en la historia reciente uno de los más dependientes de los
combustibles fósiles para generar energía, invita a repensar nuestro modelo de abastecimiento.
Sin ir más lejos, en el año 2008 la cifra de consumo de energías no renovables fue del 81,3%. Si
la situación con el precio del gas natural no se revierte pronto por, entre otros motivos, la guerra
de Ucrania, podría intuirse que el autoconsumo energético seguirá ganando adeptos y seguirá
planteando el debate hacia una transición necesaria.