
Aunque pueda parecer algo exagerado, entrar a trabajar en el mundo de los cuidados a domicilio conlleva un acto de profunda humanidad.
No obstante, la vocación de los profesionales que se dedican al cuidado a domicilio trae consigo una serie de hándicaps y de responsabilidades que en muchas ocasiones no se valoran lo suficiente.
Estos hándicaps, que pocas veces se mencionan, son naturales de este tipo de trabajos y muy difícilmente se pueden extrapolar a otras profesiones.
Hay que tener muy en cuenta que estos trabajadores y trabajadoras cargan con el peso de las enfermedades causadas por los estragos de la edad de sus pacientes y de otras personas que no pueden valerse por sí mismas.
Esta carga se siente día a día y requiere adentrarse en la intimidad, los recuerdos y las vulnerabilidades de los otros dejando de lado las propias.
Por ello, aunque a veces puede calificarse de manera heroica a los profesionales que llevan a cabo esta labor, no hay que dejar de hablar de la realidad que pueden vivir muchos de ellos al escoger una profesión que han elegido por pura vocación.
Más que trabajo: La carga emocional de cuidar
La carga emocional de cuidar a una persona que se encuentra en cualquier situación de dependencia va mucho más allá de una jornada laboral de 8 horas diarias.
Estar al cargo de una persona dependiente puede hacer que el cuidador viva momentos difíciles de digerir. Además, la empatía que sienta con su paciente puede afectar, de manera importante, a nivel psicológico fuera del trabajo.
Por ello, la desconexión laboral de la que disfruta una gran mayoría de los empleados puede ser una realidad ajena a los cuidadores dependiendo del caso que estén llevando.
Este hecho está muy estudiado dentro del mundo de los cuidados y comúnmente se llama como el síndrome del cuidador. Este síndrome puede verse en mayor medida en aquellos familiares que asumen el cuidado de un ser querido que ha entrado en una fase de dependencia.
Teniendo en cuenta que 4 de cada 10 personas en España realizan actualmente labores de cuidado (ya sean profesionales o no), el agotamiento físico y mental relacionado directamente con este trabajo afecta a un número muy significativo de personas.
Aunque los cuidadores profesionales pueden estar más preparados formativamente para sobrellevar esta carga emocional, lo cierto es que nadie está exento de poder experimentar este agotamiento y poca gente lo menciona cuando ofrece trabajo en este sector.

Situaciones difíciles que no aparecen en la oferta de trabajo
Si hacemos una búsqueda rápida por algunos portales de empleo enfocados a la ayuda a la dependencia podremos observar varias cosas:
En primer lugar, la mayoría de las ofertas laborales hacen hincapié en tareas como la higiene personal o la preparación de comidas y el acompañamiento.
Aunque estas tareas constituyan una parte importante del día a día de los cuidadores a domicilio, llama la atención que muchas de estas ofertas no mencionan cuál es la patología que sufre la persona dependiente que recibirá los cuidados o su situación real de dependencia.
A pesar de que no todas las ofertas laborales son así, un gran número de ellas ocultan esta información de manera premeditada para intentar captar más candidatos y más perfiles diferentes.
Si bien es cierto que la oferta laboral no es el único filtro que permite a una persona trabajar (ya que en la entrevista de trabajo el empleador puede y debe ser completamente sincero acerca de la realidad de la persona dependiente) es significativo que esto ocurra con recurrencia.
Por ello, es importante enumerar algunas de las situaciones difíciles que no tienen por qué aparecer en las ofertas laborales:
- Lidiar con la negación y la ira del paciente: Aceptar la dependencia con gratitud y asimilar que una persona ha de cuidar de ti cuando ya se es mayor puede ser algo muy difícil de digerir.
A veces, las personas mayores o las personas con alguna enfermedad neurodegenerativa pueden manifestar su frustración a través de la ira hacia el cuidador o el rechazo.
Emocionalmente este hecho puede ser agotador para el cuidador y puede hacer que muchos trabajos sean muy difíciles de llevar de manera sana. - Conflictos familiares: Las situaciones de dependencia de familiares también pueden derivar en conflictos entre los familiares que han de encargarse de gestionar el cuidado de su ser querido.
Los cuidadores pueden encontrarse en medio de estos conflictos familiares teniendo que recibir indicaciones contradictorias y poniendo al trabajador entre la espada y la pared en la toma de algunas decisiones. - El duelo recurrente y la frustración por la pérdida: Por si fuera poco, los cuidadores tienen que lidiar a lo largo de su carrera con la pérdida de algunos pacientes que por enfermedad o por edades avanzadas acaban falleciendo.
Este duelo no tiene porqué ser siempre a causa de una muerte. La pérdida de capacidades o el hecho de que la persona dependiente necesite ingresar en un hospital también pueden afectar de manera significativa en la salud del cuidador.
Lo bueno que tampoco se dice en las ofertas de trabajo
Si bien es cierto que muchas ofertas de trabajo no son del todo sinceras e intentan ocultar alguna información que puede disuadir a algunos profesionales, lo cierto es que también hay casos que pueden ocultar información positiva.
La propia vocación de los cuidadores profesionales les hace ver que este trabajo también tiene cosas que pueden ser muy gratificantes y que pueden hacer que esta profesión y esta carrera realmente valgan la pena.
Así como hay casos en los que los pacientes pueden expresar ira y frustración por no querer recibir los cuidados, otros pueden ser completamente contrarios y mostrar gratitud y respeto.
Este contrapeso, que viene directamente del vínculo que consciente o inconscientemente se crea entre cuidador y persona dependiente, hace que se le dedique el lugar que merece a este aspecto que tampoco aparece en las ofertas de trabajo:
La gratitud genuina
La gratitud que pueden recibir los profesionales no tiene porqué expresarse directamente con palabras.
Muchas veces, los ancianos y las personas con algún grado de dependencia muestran, de manera consciente o inconsciente una gratitud que puede hacer que el trabajo realmente valga la pena.
Esta gratitud es la prueba palpable del valor que tiene esta profesión y de la importancia que tiene valorar el desempeño que llevan a cabo los cuidadores a domicilio.
Vínculos inesperados
La relación entre paciente y cuidador puede generar un vínculo emocional con una potencia que nunca podría esperarse a la hora de contratar al profesional.
Los cuidadores, además de facilitar la vida de sus pacientes de manera directa, pueden llegar a convertirse en sus confidentes y lograr entender a estar personas de una manera más sincera que algunos familiares.
La película francesa “Intocable” de Olivier Natache y Eric Toledano expresa de manera magistral este vínculo inesperado que puede surgir entre ambas partes.

Lecciones de vida
Aunque quizás este aspecto pueda ser un poco más subjetivo, lo cierto es que en muchas ocasiones los cuidadores pueden recibir lecciones vitales que difícilmente recibirían fuera de estos contextos. Por ejemplo, podemos mencionar la paciencia, la importancia de vivir el presente o la resiliencia.
Cómo proteger tu salud mental si trabajas en cuidados
El autocuidado y la importancia de preservar la salud mental es uno de los temas que están más de actualidad en España y en otros países occidentales.
Aunque cada generación tiene que lidiar con los problemas de su tiempo y con un contexto político y social determinado, la nuestra es una sociedad que, o bien por haberse dado cuenta de ello o bien por estar inmersa en una espiral de inmediatez, cada vez padece más ansiedad y trastornos psicológicos similares.
Para dar cuenta de ello, según datos del Ministerio de Sanidad, en el año 2023 un 6,6% de la población declaró padecer ansiedad crónica y el 18,2% de los encuestados afirma haber tenido que recibir consulta por problemas de esta índole.
La inmediatez a la que hacíamos referencia, alimentada por las notificaciones instantáneas y las redes sociales, pueden ser causantes directas de esta ansiedad sobre todo cuando nos referimos a jóvenes.
Tener en cuenta este contexto social puede dar fé de lo que realmente pueden padecer los cuidadores profesionales si no cuidan desde el principio su salud mental.
Como ya hemos señalado anteriormente, este problema común que afecta a un número muy elevado de personas puede acentuarse de manera clara si se tiene a cargo a una persona dependiente a la que haya que cuidar.
Por ello, cuidarse antes de cuidar en fundamental y es crucial establecer unas estrategias para llevar a cabo estos autocuidados:
- Establecer límites de tiempo y de espacios: Es muy importante respetar y llevar a rajatabla las horas que se dedican a la semana para descansar. Dormir bien y dormir un número significativo de horas puede hacer que la fatiga no aparezca con facilidad.
Además, aunque pueda resultar muy difícil en algunos casos, es muy importante procurar desconectar por completo del trabajo una vez se ha terminado la jornada laboral y centrarse en otras cosas. - Hacer el ejercicio de pasar de la empatía a la compasión. Aunque la palabra compasión pueda tener ciertas connotaciones negativas, los psicólogos recomiendan que los cuidadores hagan este ejercicio.
- Priorizar ante todo la salud física: De nuevo, para poder cuidar de otra persona lo primero es cuidarse a uno mismo.
El trabajo de cuidador, aunque pueda pasar desapercibido, puede llegar a exigir mucho a los trabajadores a nivel físico.
Hacer ejercicio fuera del trabajo, dormir las horas adecuadas y llevar hábitos saludables como dietas son muy importantes para priorizar esa salud física a la que hacíamos referencia. - Buscar ayuda profesional en caso de necesitarla: La apertura del tema de la salud mental, por fortuna, ha traído consigo otro debate que tiene que ver con la asistencia a los profesionales psicológicos.
En caso de creer que se puede necesitar esta ayuda, los cuidadores deberían intentar acudir a citas con psicólogos y con otros profesionales que les ayuden a tener herramientas para gestionar posibles desgastes derivados del trabajo.
Consejos de cuidadores más veteranos
Al igual que pasa con otras profesiones, la experiencia puede suponer un grado. En el caso de los cuidadores profesionales que llevan a cabo su actividad en los domicilios de los pacientes, existe una serie de pautas que conviene tener en cuenta para cuidarse a uno mismo.
Una de las claves que se suele mencionar es el hecho de aprender a decir que no. De hecho, este consejo puede extrapolarse a un montón de profesiones.
Hacerse valer y saber en qué momentos se puede ceder y en cuales vale la pena marcar y ponerse firmes es algo que el paso del tiempo va enseñando y que a la larga puede hacer que la relación con el paciente mejore y ayude a separar la vida laboral de la personal.
Otro de los consejos más recurrentes pasa por documentar todo lo que suceda (que se escape un poco de lo que podríamos considerar como normal de la cotidianidad) y comunicarlo con la familia.
Llevar este registro estricto puede ayudar a atajar futuros problemas y a identificar patrones de conducta que puedan ayudar y mucho a los cuidados.
Trabajar como cuidador profesional puede ser una profesión complicada que requiere vocación, humanidad, paciencia y entereza.
A pesar de que las ofertas laborales no suelen mencionar todo esto que hemos citado aquí, lo cierto es que un buen trabajo y una buena preparación pueden hacer que, de la misma manera, los cuidados puedan ser un trabajo muy gratificante.
REFERENCIAS:
- Ministerio de Sanidad & Instituto Nacional de Estadística. (2025). Encuesta de Salud de España 2023. Nota técnica: principales resultados. Madrid: Ministerio de Sanidad. Recuperado de https://www.sanidad.gob.es/estadEstudios/estadisticas/encuestaSaludEspana/ESdE2023/ESdE2023_notatecnica.pdf
- Sanitas. (14 de abril de 2025). Síndrome del cuidador quemado: qué es, causas y soluciones. Biblioteca de Salud Sanitas. Recuperado de https://www.sanitas.es/biblioteca-de-salud/tercera-edad/habitos-vida-saludable/sindrome-del-cuidador-quemado
- Fundación Caser. (22 de mayo de 2025). Cuatro de cada diez ciudadanos realizan labores de cuidados. Fundación Caser para la Dependencia. Recuperado de https://www.fundacioncaser.org/actualidad/noticias/cuatro-de-diez-cuidadanos-realizan-labores-cuidados
- Nakache, O., & Toledano, E. (Directores). (2011). Intocable [película]. Francia. Ficha consultada en FilmAffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film217719.html