Los contratos fijos discontinuos

Aunque pueda resultar un tema tedioso y complicado en algunas ocasiones, estar bien informados sobre los tipos de contratos a los que podemos acceder es de vital importancia. A pesar de que la reforma laboral del año 2022 simplificó en cierta manera la tipología de los contratos laborales, existen ciertos aspectos a tener en cuenta sobre algunos acuerdos entre trabajadores y empleadores.

persona firmando un contrato
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En este sentido, los contratos fijos discontinuos se han convertido en grandes protagonistas de la agenda mediática y en cierta medida afectan a un número importante de trabajadores en España.

Saber diferenciar, por ejemplo, las características entre estos y los contratos temporales, puede ayudarte a aclarar cuáles son tus derechos como trabajador o bien cuál es la modalidad más adecuada si tienes que contratar a alguien.

Esta información, si cabe, puede hacerse todavía más importante en portales como domestiko.com donde ambas partes de la relación laboral pueden ponerse en contacto de manera rápida y sencilla.

¿En qué consisten los contratos fijos discontinuos?

Los contratos fijos discontinuos en España son acuerdos indefinidos pensados para trabajos que tienen una estacionalidad o una intermitencia en su desarrollo. Dicho de otro modo, los contratos fijos discontinuos son aquellos que contemplan trabajos temporales, pero que se fijan de manera indefinida.

Un claro ejemplo de empleados que pueden beneficiarse de este tipo de contratación puede ser la personal limpieza, cocina o monitoraje de los centros escolares. Estos trabajadores, por la naturaleza del empleo que desempeñan, cuentan con un periodo prolongado de inactividad durante los meses de verano, marcando por el propio calendario escolar.

En estos casos, los contratos fijos discontinuos garantizan la permanencia en el puesto de trabajo, quitando durante los periodos de inactividad los derechos laborales del mismo, incluido el sueldo y las cotizaciones a la seguridad social.

Aunque ya existía esta modalidad de contratación, la reforma laboral del 2022 ha producido que este tipo de contratos sean mucho más comunes para luchar contra la estacionalidad laboral y así blindar los puestos de trabajo de muchas personas.

Hay que tener en cuenta que en España, sectores económicos muy importantes como el turístico o el hostelero tienen un nivel de producción muy marcado en diferentes épocas del año. La eliminación en la medida de lo posible de los contratos temporales, ha beneficiado que esa estacionalidad no afecte tanto a los trabajadores, haciendo que haya una garantía laboral a largo plazo.

En que casos se deben aplicar los contratos fijos discontinuos

En este sentido, en España a partir del año 2022 se ha hecho más complicado para los empleadores aplicar contratos temporales. La reforma laboral contempla casos en los cuales haya que cubrir bajas de otros trabajadores o en los cuales un incremento de la producción o de la carga de trabajo pueda justificar que haya más empleados durante un periodo de tiempo corto.

apreton de manos, empleo
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De no aplicarse esta norma, una inspección de trabajo puede hacer que la persona que contrata a los empleados cambie la modalidad de contratación a uno fijo discontinuo y se le apliquen sanciones significativas.

En el resto de casos, los trabajadores con trabajos cíclicos, estacionales o que tengan peculiaridades como la anteriormente expuesta en centros educativos, tendrán derecho a continuar con su actividad laboral cuando sea necesario.

De la misma manera, la reforma laboral ha favorecido que durante los periodos de inactividad de los trabajadores fijos discontinuos se acceda sin tantas trabas a subvenciones y ayudas por desempleo.

De esta manera, el trabajador en cuestión tiene opciones de asegurar de manera anual un flujo de ingresos derivados de un contrato que se acaba y que volverá a empezar.

Ventajas y obligaciones de los empleadores

Después de lo expuesto anteriormente, no sorprende a nadie que la reforma laboral del año 2022 suscitase cierta polémica. El hecho de cambiar y favorecer los derechos de los trabajadores puede dar pie a creer que, por el contrario, los empleadores pierden ciertas ventajas y poder de decisión sobre sus empresas.

Pero al contrario de este pensamiento, lo cierto es que el hecho de implementar más contratos fijos discontinuos ofrece más ventajas para ambas partes de la relación laboral que impedimentos o trabas.

Ventajas en términos fiscales y económicos

La finalidad última de la reforma laboral es luchar contra la temporalidad de los trabajos y estabilizar en la medida de lo posible el empleo de muchas personas. Por ello, a día de hoy existen ventajas fiscales y/o subvenciones para aquellas empresas que cuentan en su estructura con trabajadores indefinidos, ya que se entiende que favorecen al conjunto de la sociedad.

Al mismo tiempo, los contratos fijos discontinuos permiten que las cotizaciones a la seguridad social y otros costes derivados de la actividad económica se cancelen con los periodos de inactividad.

Por si fuera poco, el hecho de contar con el personal para la siguiente etapa laboral hace que, en última instancia, la empresa o el empleador deje de gastar tiempo y recursos en buscar a otro empleado. Por ello, las empresas pueden centrarse más en planificar una estrategia a largo plazo para aumentar los beneficios económicos.

Ventajas en términos de fidelización y formación de personal

Además de la tranquilidad de saber que su trabajo está asegurado en el tiempo, los trabajadores con modalidades indefinidas cuentan con más seguridad y motivación en el trabajo. Los empleadores ahorran recursos de formación de empleados y, además, pueden incentivar a su personal de la manera que crea más oportuna.

Ventajas relativas en términos de imagen de empresa

Pasados ya más de dos años desde que se aplicase este cambio de paradigma laboral en España, mucha gente es consciente de que los contratos temporales como los conocíamos anteriormente están desapareciendo poco a poco.

La imagen que las empresas y los empleadores proyectan de puertas a fuera siendo parte de esta transformación laboral, también es importante y supone una ventaja añadida a la hora de vender su producto.

Obligaciones de los empleadores

En cuanto a las obligaciones de los empleadores, cabe destacar por encima de otras características el aspecto relativo al despido de los trabajadores.

Los contratos fijos discontinuos funcionan igual que los contratos indefinidos y las empresas están obligadas a pagar la misma indemnización independientemente del tipo de contrato del que estemos hablando.

Además, las empresas estarán obligadas a formalizar como mínimo un contrato fijo discontinuo, siempre y cuando en un plazo máximo de 18 meses se hayan encadenado varios contratos temporales durante 2 años.

De incumplir con alguna de estas leyes, se han reforzado las sanciones y las multas para las empresas que incumplan la normativa de contratos fijos discontinuos. Estas multas pueden ir desde los 1.000 € hasta los 10.000 €.

El proceso de llamamiento de los contratos fijos discontinuos

Los contratos fijos discontinuos provocan que, inevitablemente, exista una comunicación entre ambas partes de la relación laboral para reincorporar al trabajador a su empleo. Este acontecimiento se denomina como proceso de llamamiento y tiene una serie de peculiaridades a tener en cuenta.

Los procesos de llamamiento proporcionan un entorno de transparencia en el cual, tanto trabajador como empresa, dejan claro por escrito que el trabajo va a continuar en un momento concreto  de tiempo.

Aunque pueda parecer una obviedad dadas las características de los contratos fijos discontinuos, es importante saber que estos procedimientos son habituales y se formalizan para que no existan dudas a la hora de volver a ponerse manos a la obra con el trabajo.

De esta manera, lo normal es que suceda lo siguiente en los procesos de llamamiento:

  • La empresa comunica por escrito al trabajador que volverá a contar con sus servicios para la próxima temporada de trabajo. Es importante saber también que en este punto, la empresa se reserva el derecho de elegir cuál es el orden de llamamiento de sus trabajadores.

  • Posteriormente, el empleado ha de comunicar, también por escrito, su deseo de volver a reincorporarse al puesto de trabajo. Fijada la fecha, el contrato vuelve a estar activo para que los trabajadores perciban el sueldo acordado y los empleadores los den de alta en la seguridad social.