Descripción del empleo
La labor principal implica la vigilancia, custodia y supervisión constante de una finca y sus instalaciones. Esto incluye el control de acceso tanto para vehículos como para personas, así como la apertura y cierre de las propiedades cuando sea requerido.
Además, el puesto abarca la limpieza y preparación de las casas rústicas para su puesta a punto, junto con la atención a los huéspedes y la gestión de cualquier incidencia que pudiera surgir. Se busca a una persona dispuesta a realizar tareas físicas repetitivas y un esfuerzo considerable, incluso en condiciones climáticas desfavorables, además de labores domésticas intensivas y trabajos en el campo.
Es indispensable residir de manera permanente en la zona rural donde se ubica la propiedad, un área caracterizada por contar con servicios limitados y transporte escaso. Se ofrece un contrato indefinido con una jornada de 40 horas semanales, distribuidas según las necesidades de la finca.